UN LORO VIEJO

Experiencia

UN LORO VIEJO

En una lujosa tienda de mascotas, en la ciudad de Miami, se encontraba una amplia variedad de animales, desde un cachorro de león hasta una víbora africana. Un cliente asombrado de tal variedad, llevaba en mente el adquirir un loro de los que ya hablan, pues era su sueño tener un parlanchín más en su hogar y que le recordara a una tía que quiso mucho.

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En primer lugar le llamó la atención un loro que por su aspecto se veía joven y fuerte. Preguntó de inmediato el precio. 5 mil dólares recibió por respuesta. Sorprendido, preguntó ¿qué sabe hacer por ese precio?
- Es bilingüe, habla inglés y español.

Un poco decepcionado por el precio decidió buscar un loro más barato y observó a uno que se veía un poco más viejo y cansado y ya su plumaje se apreciaba con menos brillo y volvió a preguntar el precio: 20 mil dólares, le respondieron. Volvió a cuestionar ¿y este qué sabe hacer?
- Es trilingüe: habla inglés, español y japonés; además, se sabe la declaración de los derechos humanos al derecho y al revés.

Con tales precios, pensó el decepcionado cliente, va a ser imposible encontrar un loro que se ajuste a mi presupuesto. Finalmente observó uno más; por su aspecto supuso que debería ser muy barato, se veía bastante viejo, cansado, sin brillo en sus plumaje y la mirada extraviada, y obtuvo como respuesta a su multirrepetida pregunta del precio: 100 mil dólares. Se le desorbitaron los ojos y se le puso el cabello de punta, ¿pues qué sabe hacer por ese precio? El dependiente se encogió de hombros y le indicó: “La verdad  no sabemos qué hace pero los otros dos le dicen jefe”.

El cliente que finalmente no pudo adquirir ninguno de los tres loros a cambio recibió una valiosa lección. Reflexionó que el más viejo era el más sabio porque era el maestro de los otros loros y su elevado precio se debía al conocimiento y experiencia que había adquirido durante su vida. Decidió a partir de ese momento, buscar en el campo de la sabiduría a seres humanos con experiencias valiosas y aprender humildemente de ellos. Se convenció de que las personas de edad no le deberían inspirar compasión sino admiración por todo lo que ya habían vivido, y si un loro podía llegar a valer esa fortuna, la experiencia humana era incalculable y pensó que la mayoría no aprendemos de esa fuente tan maravillosa que es la experiencia.

La experiencia es un tesoro de valor incalculable; representa los caminos ya recorridos, los aciertos y las equivocaciones ya experimentadas. Usualmente una mala decisión produce consecuencias adversas, y cuando se somete a un análisis para encontrar dónde fallamos e identificar nuestro error, es ahí donde surge la experiencia. La experiencia se convierte en tal, no sólo como el resultado de una vivencia, sino
cuando la convertimos en una lección y la volvemos un autoaprendizaje.
Los líderes no solamente aprenden de ellos mismos sino de todos los que le rodean incluyendo la competencia, pues saben que es la fórmula de acortar caminos, experimentando en cabeza ajena. En esta forma se ahorran la colegiatura del éxito de los demás, pues éstos ya corrieron los riesgos y los resultados finales fueron favorables. Buscan a los mejores maestros para que con admiración absorban las claves de sus triunfos. Han erradicado la envidia que solamente corroe y empobrece el espíritu y en su lugar, como un faro que ilumina su vida, han colocado la admiración sencilla y honesta.

Miguel Ángel Cornejo

Reflexión
1.- ¿Cómo surge la experiencia?
2.- ¿Qué se requiere para aprender del fracaso?
3.- ¿Qué aprendizaje nos proporciona el éxito?
4.- ¿Cree usted que las personas ancianas pueden seguir aportando algo más a sus capacidades? Por
qué sí o por qué no.
5.- ¿Qué papel juega la admiración en nuestro aprendizaje diario?
VOA/Psic.